La ONU denunció este domingo que dos tanques israelíes irrumpieron en una base de la misión de paz (Unifil) en el sur de Líbano, lo que intensificó la tensión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien exigió la retirada inmediata de los cascos azules, acusando a Hezbolá de utilizarlos como «escudos humanos». En paralelo, un ataque con drones reivindicado por Hezbolá dejó más de 60 heridos en Binyamina, en el norte de Israel. La incursión israelí ocurrió mientras se intentaba evacuar a soldados heridos; sin embargo, la Unifil advierte sobre el peligro a sus fuerzas. Más de 30 países condenaron los ataques a la misión, destacando su papel crucial en la región y llamando al respeto de su integridad. El embajador israelí en la ONU también criticó el mantenimiento de la misión, alegando que sirven de refugio para Hezbolá.
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