La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria extrema, con niveles de hambruna críticos, según la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria respaldada por la ONU. El bloqueo israelí de 21 meses ha provocado escasez de alimentos, colapso sanitario y falta de agua potable, elevando las muertes por desnutrición. Oxfam y otras organizaciones internacionales advierten que la situación, descrita como consecuencia de un “genocidio israelí», requiere una intervención urgente para evitar más muertes. La UNICEF y la OMS insisten en el cese de hostilidades y la apertura de corredores humanitarios, mientras el colapso de la infraestructura y el acceso limitado complican la distribución de ayuda. La comunidad internacional enfrenta una prueba crítica para responder a esta emergencia que afecta a 2,1 millones de personas.
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