La Asamblea General de la ONU aprobó una resolución demandando a Rusia el retorno de niños ucranianos trasladados a la fuerza, denunciando estas acciones como violaciones al derecho internacional. La medida, respaldada por 91 países pese a no ser vinculante, subraya la preocupación global sobre el destino de menores separados desde 2014, cuando Crimea fue anexionada por Moscú. La propuesta, presentada por Ucrania, apunta a detener el cambio de ciudadanía y la adopción forzada, mientras Rusia desestima las acusaciones como «mentiras cínicas». Venezuela y otros países manifestaron inquietud sobre el impacto de la resolución en el diálogo para resolver el conflicto ucraniano.
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