La entrada de ayuda humanitaria en Gaza enfrenta serias dificultades, con la ONU responsabilizando al gobierno israelí de Benjamín Netanyahu por obstaculizar estos esfuerzos. A pesar de la reapertura limitada de la ayuda, miles de personas en Gaza siguen sufriendo hambre, lo que ha llevado al saqueo de 86 camiones con suministros. Los bombardeos israelíes continúan, con más de 60 muertes registradas en un solo día. Hamás muestra disposición a aceptar una tregua propuesta por EE. UU., condicionando la entrega de rehenes a la retirada israelí, algo que Israel rechaza. Las negociaciones permanecen estancadas, mientras la población gazatí enfrenta una crisis humanitaria agravada.
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