Menos del 2% de la población mundial posee el distintivo cabello pelirrojo, con características físicas acompañantes como la piel pálida y pecas. Sin embargo, las mujeres pelirrojas presentan una notable diferencia en su umbral de dolor, siendo más sensibles al calor y al frío, pero menos a descargas eléctricas, una singularidad ligada a la mutación del gen del cabello que afecta receptores sensoriales, según el informe de la revista Anesthesiology. Además, estudios realizados por la Universidad de Hamburgo revelan que estas mujeres poseen una vida sexual más activa, con una tasa de orgasmos del 41% y mayor frecuencia y diversidad en las relaciones sexuales, en comparación con mujeres de otros colores de cabello.
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