La muerte de Javier Lambán, expresidente del Gobierno de Aragón, deja un vacío profundo entre quienes lo conocieron y admiraron. Pese a su enfermedad, Lambán vivió sus últimos días con dignidad y valentía, manteniéndose activo en el debate público hasta el final. Durante su presidencia, su pasión y firmeza lo distinguieron, enfrentando desafíos políticos con honestidad y defendiendo los intereses de Aragón con determinación. Crítico de las políticas recientes de su partido, Lambán siempre defendió los valores de la Transición democrática, su lealtad institucional y su amistad con el rey Felipe VI. Su entorno destaca su nobleza, coherencia y contribución significativa a la política española. La comunidad aragonesa y quienes lo apreciaron lamentan su partida, recordándolo como un líder íntegro y un amigo leal.
Leer noticia completa en 20minutos.