La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha destacado que los fabricantes de automóviles eléctricos tienden a sobreestimar la autonomía de sus vehículos entre un 9% y un 22%, según un estudio que analiza 31 marcas. Este fenómeno se debe al uso del protocolo WLTP para medir el consumo en condiciones ideales. Aunque esta práctica es legal, genera desconfianza entre los consumidores, lo que podría afectar la adopción de vehículos eléctricos. La OCU insta a las marcas a indicar la autonomía real y a mejorar la infraestructura de recarga, además de simplificar el acceso a ayudas gubernamentales, para fomentar la movilidad sostenible.
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