Tras más de 460 días de intensas negociaciones lideradas por Qatar, finalmente se ha establecido un alto el fuego en la Franja de Gaza, facilitando el intercambio de tres rehenes israelíes por 90 prisioneros palestinos. Este avance es fruto de la mediación conjunta de administraciones estadounidenses saliente y entrante, representadas por figuras como Brett McGurk y Steve Witkoff. A pesar de los logros alcanzados, el proceso enfrenta complejidades logísticas y desafíos futuros, enfatizados por el retraso inicial y el complejo intercambio de listas de prisioneros. Mientras más de 200 camiones de ayuda humanitaria comienzan a ingresar a Gaza, la frágil tregua, percibida como temporal por líderes como Netanyahu, depende críticamente de la cooperación internacional y del cumplimiento del acuerdo por ambas partes. La atmósfera de escepticismo persiste, aunque las imágenes de rehenes y prisioneros reunidos con sus familias mantienen viva la esperanza de una paz duradera en una región devastada por la guerra.
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