La Sorpresa Energética: El Aparato que Dispara tu Factura de Electricidad

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Juan Hernández

El aumento en las facturas de la luz continúa siendo una preocupación constante para innumerables hogares en España, especialmente en un contexto de fluctuaciones significativas en los precios de la energía. Recientes estudios y análisis han destacado que el frigorífico se erige como uno de los principales responsables de encarecer el recibo eléctrico, un electrodoméstico esencial en todas las cocinas por su imprescindible función de conservación de alimentos.

Funcionando las 24 horas del día, el frigorífico puede resultar sorprendentemente costoso en términos de consumo energético. De acuerdo con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), este aparato puede representar entre el 20% y el 40% del total de la factura eléctrica en un hogar promedio, una cifra que varía dependiendo de la antigüedad y la eficiencia energética del dispositivo.

En los últimos años, la eficiencia de los electrodomésticos ha mejorado significativamente. Los modelos etiquetados como A++ o A+++ están diseñados para consumir menos energía, gracias a innovaciones tecnológicas. Sin embargo, un número considerable de hogares sigue utilizando frigoríficos antiguos y poco eficientes, lo que se traduce en un aumento del gasto mensual. Se estima que un frigorífico con más de una década de antigüedad consume aproximadamente un 40% más de energía que los modelos más recientes.

La ubicación del frigorífico también desempeña un papel crucial en su consumo energético. Situarlo cerca de fuentes de calor, como fogones o radiadores, o dejar la puerta abierta durante largos intervalos son prácticas que incrementan su carga de trabajo, y por ende, su consumo eléctrico.

Con la llegada del invierno y el aumento de las tarifas eléctricas, expertos del sector aconsejan a los consumidores evaluar la antigüedad de sus electrodomésticos y considerar la posibilidad de reemplazarlos por modelos más eficientes. Además, sugieren mantener el frigorífico a una temperatura óptima, entre 3 y 5 grados Celsius en el compartimento principal y -18 grados Celsius para el congelador, optimizando de este modo su rendimiento y contribuyendo a un ahorro en la factura de luz.

Ante este escenario, es crucial que los consumidores tomen decisiones informadas para gestionar de forma eficaz el uso de la energía en sus hogares. Combinar un mantenimiento adecuado del electrodoméstico con una inversión en modelos eficientes puede ser clave para mitigar el impacto que el frigorífico tiene en el gasto energético familiar.

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