Los países de la Unión Europea han acordado respaldar un veto a las importaciones de gas ruso a partir del 1 de enero del próximo año, otorgando un período transitorio que permitirá contratos a corto plazo hasta 2026 y contratos a largo plazo hasta 2028. Este reglamento busca eliminar gradualmente el gas ruso del mercado europeo, aunque no incluye restricciones al petróleo debido a desacuerdos, particularmente con Hungría. La normativa simplifica obligaciones aduaneras para el gas no ruso y requiere autorizaciones previas para el gas ruso, asegurando que solo las importaciones relevantes estén sujetas a control. Además, los Estados miembros deben presentar planes de diversificación energética. El movimiento, según el ministro danés Lars Aagaard, busca fortalecer la independencia energética de la UE y ha recibido un amplio apoyo de los ministros de Energía europeos.
Leer noticia completa en 20minutos.