España enfrenta un desafío significativo con la sobrecualificación en el mercado laboral, ya que el 35% de los graduados universitarios trabaja en puestos que no requieren su nivel educativo, la proporción más alta de Europa. Esta situación refleja un desajuste entre la oferta educativa y las demandas del mercado laboral, lo cual podría tener implicaciones negativas tanto para el desarrollo económico del país como para los profesionales que ven sus aspiraciones salariales y de crecimiento profesional limitadas. La problemática urge a las autoridades y al sector educativo a coordinarse para alinear mejor las habilidades y competencias de los graduados con las necesidades del mercado laboral nacional.
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