China y la Unión Europea han acordado un pacto de no agresión basado en el «laissez faire» durante una cumbre en Pekín, marcando el 50 aniversario de sus relaciones. La UE solicitó a China soluciones para evitar una posible guerra comercial impulsada por EE.UU., mientras que Xi Jinping afirmó que los desafíos europeos no provienen de China. Xi enfatizó que la cooperación debe prevalecer sobre la competencia y destacó la importancia de la autonomía estratégica europea sin dañar las relaciones bilaterales. Ursula von der Leyen pidió reequilibrar las relaciones comerciales, que en 2024 alcanzaron un volumen de 731.100 millones de euros, con China manteniendo un marcado superávit. Se destacó la necesidad de relaciones mutuamente beneficiosas y el avance en temas comerciales y económicos.
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