El piloto británico logró su primer campeonato mundial en Fórmula 1 al terminar en tercera posición en la última carrera de la temporada, superado solamente por el neerlandés y Piastri. Este resultado le permitió asegurar los puntos necesarios para consagrarse en el máximo certamen del automovilismo, coronando así una destacada temporada. El británico mostró consistencia a lo largo del año, lo que finalmente le otorgó el título tan anhelado en un emocionante cierre de temporada.
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