Óscar Puente, ministro de Transporte y activo tuitero, ha sido objeto de críticas por disfrutar prolongadamente de sus vacaciones mientras el sistema ferroviario enfrenta serias averías, dejando a pasajeros varados. Anteriormente, como alcalde de Valladolid, fue señalado por su lujoso estilo de vida, incluyendo veraneos en Marbella y un yate en Formentera financiado por un empresario favorecido con un contrato municipal. Mientras los problemas en el transporte se intensifican, Puente ha sido visto en eventos sociales, provocando críticas por su comportamiento vacacional y por cuestionar a otros políticos que hacen lo mismo en medio de desastres naturales. Esto ha sido interpretado como una muestra de lo que algunos consideran la «desvergüenza» del sanchismo.
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