La inflamación crónica representa una creciente preocupación de salud pública a nivel mundial, vinculada al 50% de las muertes. Esta «epidemia silenciosa» se asocia con enfermedades que a menudo son asintomáticas hasta sus etapas avanzadas, como cardiopatías, derrames cerebrales, cáncer, diabetes y trastornos neurodegenerativos.
En este contexto, las resolvinas, derivadas de ácidos grasos, se perfilan como un enfoque terapéutico prometedor. Según Longevitas Labs, estas moléculas pueden reducir la inflamación y aumentar la longevidad. El Dr. Ángel Durántez, especialista en medicina preventiva, subraya que la inflamación crónica está intrínsecamente ligada al envejecimiento y vinculada con malos hábitos de vida. Sin embargo, existen métodos para mitigar sus efectos.
Estudios en la revista «Nature» destacan que una gran cantidad de muertes mundiales se atribuyen a enfermedades inflamatorias. La inflamación crónica podría ser un factor subyacente en muchas condiciones relacionadas con la edad. Según el Dr. Durántez, a partir de los 30-35 años, el organismo puede requerir soporte adicional en forma de suplementación para compensar la carencia de nutrientes proporcionados por la dieta diaria.
Investigadores de Harvard, dirigidos por el Dr. Charles Serhan, han resaltado que la producción natural de resolvinas disminuye con la edad, aumentando la inflamación. Gracias a la tecnología, se han identificado precursores que facilitan su producción, especialmente desde el aceite de pescado.
En este panorama, surge P-resolvinas, un suplemento alimenticio de Longevitas Labs que concentra precursores de resolvinas. Con la mayor concentración disponible, este producto ofrece una alternativa natural para especialidades médicas diversas. La CEO de Longevitas Labs, Ilona Calparsoro, señala que “P-resolvinas mejora el manejo de la inflamación crónica”.
El uso de suplementos como P-resolvinas busca no solo tratar la inflamación existente, sino también actuar preventivamente para mejorar la salud y bienestar en una población cada vez más consciente de la necesidad de controlar la inflamación.