Marine Le Pen, líder de la extrema derecha francesa, ha intensificado su hostilidad hacia Argelia mientras estrecha lazos con Marruecos en la pugna por la hegemonía en el Magreb. Le Pen propone bloquear transferencias de dinero y suspender visados a Argelia, y su partido, Reagrupamiento Nacional (RN), mantiene una histórica animosidad hacia el país norteafricano. Paralelamente, promueve la «marroquinidad» del Sáhara Occidental y designa aliados políticos al frente del grupo de amistad Francia-Marruecos, a pesar de las contradicciones con su discurso anti-inmigración y proteccionista. La postura hacia Marruecos podría enfrentar críticas de su base electoral, particularmente entre agricultores franceses que compiten con productos marroquíes.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
