El presidente estadounidense, Donald Trump, ha adoptado medidas arancelarias que afectan a México, Canadá y China, con el fin de reducir el déficit comercial de Estados Unidos y promover la autosuficiencia del país. Trump impuso el martes aranceles del 10% a productos chinos, mientras que México y Canadá lograron un mes de negociación antes de enfrentar un arancel del 25%. Esta maniobra recuerda a la estrategia económica de Richard Nixon en 1971, cuyas políticas proteccionistas resultaron finalmente contraproducentes y desencadenaron una recesión. Aunque Trump argumenta que los aranceles impulsarán la producción nacional y protegerán la economía del país, críticos advierten sobre el riesgo de desatar una guerra comercial global y sus posibles repercusiones inflacionarias. A pesar de sus recientes medidas, algunas de las acciones planteadas como resultado de sus amenazas poco tienen que ver con cambios nuevos, ya que estos planes de acción ya estaban previstos previamente, sugiriendo un uso estratégico de las amenazas para obtener resultados políticos más que económicos.
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