El primer ministro ha declarado que la disolución del Parlamento será «inevitable» si la crisis actual no se resuelve esta semana. Esta situación genera incertidumbre política, aumentando la presión sobre los legisladores para encontrar una solución antes de que se llegue a un punto de no retorno. La advertencia subraya la urgencia del momento y las posibles consecuencias institucionales si no se logra un consenso pronto.
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