En un recorrido musical que abarca desde los últimos años del franquismo hasta la actualidad, Cataluña ha visto multiplicarse la producción discográfica, pasando de menos de cincuenta lanzamientos en 1975 a cerca de 2000 en 2024. Este crecimiento refleja la evolución de su escena musical, marcada por la diversidad estilística y un aumento significativo de la influencia local e internacional. Artistas como Sisa, Lluís Llach y Ovidi Montllor iniciaron esta travesía con letras cargadas de crítica social y soñadora esperanza. A medida que avanzan las décadas, la escena se amplía con la fusión de géneros, desde el jazz-rock de la Companyia Elèctrica Dharma hasta la rumba de Gato Pérez, los himnos del rock en catalán de Sopa de Cabra y Loquillo, y el mestizaje contemporáneo de Ojos de Brujo y Rosalía, cuyo trabajo reciente ha llevado al catalán al TOP 50 mundial de Spotify. Los últimos lanzamientos no solo mantienen viva esta tradición de innovación y fusión, sino que también desafían normas culturales y lingüísticas, con artistas actuales como Bad Gyal y Rigoberta Bandini continuando la trayectoria de creatividad y rebeldía musical catalana.
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