En una audiencia judicial en Colombia, el ex-canciller Álvaro Leyva admitió no tener pruebas de que el presidente Gustavo Petro consuma drogas, contradiciendo acusaciones previas. Durante un tenso interrogatorio, Leyva reconoció que nunca había visto a Petro consumir sustancias alucinógenas. Su afirmación sobre la adicción de Petro, hecha pública en cartas, quedó sin sustento al no presentar ninguna evidencia. Leyva, quien alguna vez apoyó a Petro, ahora enfrenta acusaciones de haber complotado para destituirlo, buscando apoyo en Estados Unidos. Las declaraciones de Leyva, basadas en rumores y medios cuestionables, fueron desestimadas, y su intento de involucrar a la administración estadounidense no prosperó. Desde el entorno de Petro se le acusa de traidor, y se sugieren motivos personales detrás de sus acusaciones contra el mandatario.
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