Tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela, el país ha enfrentado una intensa crisis política y social. La oposición ha denunciado irregularidades en el proceso electoral, lo que ha generado protestas masivas en las principales ciudades del país. Este ambiente de tensión se vio agravado por la respuesta de las fuerzas de seguridad, que han sido acusadas de actuar con violencia desmedida. La situación ha llevado a un aumento de las tensiones internacionales, con varios países y organismos internacionales expresando su preocupación y llamando al diálogo entre las partes para evitar un escalamiento del conflicto.
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