En un contexto de fluctuaciones en el precio del aceite de oliva, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado un estudio que desvela deficiencias en la calidad de ciertas marcas de aceite de oliva virgen extra vendidas en supermercados españoles. Sorprendentemente, marcas populares como Olisone, de Lidl, y La Española no han pasado las pruebas de calidad, obteniendo puntuaciones bajas en aspectos sensoriales como sabor y aroma. La OCU busca informar a los consumidores sobre los productos que no cumplen con los estándares esperados, destacando la importancia de prestar atención a etiquetas y características como la Denominación de Origen Protegida. El estudio subraya que precios bajos pueden no corresponder a un producto de calidad, y que para elegir un buen aceite es esencial comparar y analizar más allá de la etiqueta.
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