En el reciente partido del Atlético, el entrenador Diego Simeone sorprendió al utilizar a Marcos Llorente en una posición multiusos, desempeñándose como central, lateral, interior y extremo, lo que descolocó al Rayo. Esta estrategia permitió a Julián Álvarez aprovechar espacios y marcar el primer gol. Lo previsto era que Nahuel Molina jugara como lateral derecho y Llorente como extremo, pero Llorente se ubicó como tercer central, aprovechando su libertad para moverse y asistir en el área. Aunque el Rayo ajustó su estrategia en el descanso, no pudo contener las sorpresas ofensivas de Llorente, alimentadas por Griezmann y Barrios. La banda derecha se convirtió en el eje del ataque colchonero. Ahora, frente al Madrid, Simeone podría explorar nuevamente esta táctica, aunque el factor sorpresa ya es conocido.
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