La polémica en torno a la obra «El odio», que relata el crimen perpetrado por José Bretón contra sus hijos, ha desembocado en la decisión de la editorial Anagrama de detener su distribución, a pesar de que un juez autorizó su publicación. El caso ha suscitado un intenso debate en los medios, donde la periodista Elisa Beni ha defendido el derecho a la escritura, comparando la situación con prohibiciones históricas de obras literarias. Beni sostuvo que no se debería juzgar un libro sin conocer su contenido, mientras que Ainhoa Martínez cuestionó la decisión tardía de Anagrama de retractarse. Laura Teruel, por su parte, subrayó la colisión entre la libertad de expresión y el derecho a la intimidad, destacando que la madre de las víctimas no fue consultada, lo cual plantea dilemas complejos sobre los límites de ambos derechos.
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