La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha impuesto un toque de queda nocturno tras cinco días de protestas contra las redadas migratorias de Donald Trump. El toque de queda busca frenar la violencia y vandalismo que afectaron a 23 negocios. Ante el despliegue de marines por orden de Trump, el gobernador de California, Gavin Newsom, critica el uso del Ejército, mientras un juez evalúa limitar su despliegue. Las manifestaciones se extienden a otras ciudades como Seattle y San Luis. Trump advierte con más represalias y enfrenta críticas por atacar la democracia, según Newsom, al convertir Los Ángeles en escenario de tensiones entre autoridades locales y federales.
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