Los candidatos propuestos por Donald Trump para ocupar cargos en su gabinete afrontan audiencias ante el Senado de Estados Unidos, un proceso inevitable para su confirmación oficial. Aunque históricamente pocos nominados han sido rechazados, esta ocasión se presenta complicada debido a las controversias que rodean a algunos aspirantes, como el expresentador de Fox News, Pete Hegseth, acusado de varios delitos, y la exdemócrata Tulsi Gabbard, quien parece no dominar su futuro rol. Sin embargo, figuras como Marco Rubio, nominado a secretario de Estado, han logrado el apoyo incluso de demócratas gracias a su diplomacia y visión política. El proceso es crucial, dado que el Partido Republicano cuenta con 52 escaños de los 100 totales, necesitando por lo tanto solo unas pocas defecciones republicanas para que una nominación prospere sin necesidad del Partido Demócrata. En el fondo, la lucha de poder está marcada por precedentes históricos y actuales desafíos políticos, en un escenario donde las decisiones del Senado podrían tanto consolidar como socavar la agenda futura de Trump.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.