Los sindicatos han alzado la voz para exigir la implementación y mantenimiento de medidas efectivas que aseguren la reducción de la brecha de género en las pensiones. Esta situación, que ha venido preocupando a diversas organizaciones laborales y defensoras de los derechos de la mujer, se fundamenta en las desigualdades que persisten en el ámbito laboral y que tienen un impacto directo en la seguridad económica de las mujeres durante la jubilación.
La brecha de género en las pensiones se origina principalmente en factores como la segregación laboral, la diferencia en salarios, el acceso desigual a empleos de calidad y las interrupciones en la carrera laboral de muchas mujeres, que a menudo asumen la carga de cuidados familiares. Estos elementos se traduce en pensiones significativamente más bajas para las mujeres, lo que puede llevarlas a situaciones de vulnerabilidad económica en la ancianidad.
Los sindicatos enfatizan que es fundamental no solo mantener las medidas ya existentes, sino también innovar y desarrollar nuevas políticas que atiendan las particularidades de esta problemática. Entre las propuestas que promueven se incluyen la implementación de políticas de igualdad salarial, la promoción de la corresponsabilidad en el ámbito del cuidado y la creación de sistemas de pensiones que reconozcan y valoren el trabajo no remunerado.
Asimismo, solicitan un compromiso firme por parte del gobierno y las instituciones para destinar recursos que faciliten el acceso de las mujeres a oportunidades laborales equitativas y que fomenten su desarrollo profesional a lo largo de sus vidas. En este sentido, es crucial establecer un marco normativo robusto que garantice la equidad de género en el ámbito laboral y de pensiones.
La lucha por cerrar la brecha de género en las pensiones no es solo una cuestión de justicia social, sino también de respeto y reconocimiento al trabajo que las mujeres realizan en la sociedad. Los sindicatos están decididos a continuar su labor de advocacy y a movilizar a la sociedad para que esta problemática reciba la atención necesaria y se traduzca en cambios significativos y duraderos. La igualdad en las pensiones no debe ser un objetivo a largo plazo, sino una realidad que se materialice en el presente.
Fuente: CCOO Andalucía.
