El Parlamento portugués ha aprobado un aumento del 1,25% en las pensiones para jubilados que ganen menos de 1.527 euros al mes, tras una propuesta del Partido Socialista, desacreditada por el gobierno conservador de Luís Montenegro. Esta decisión se produce en un contexto donde el Ejecutivo, liderado por la coalición Alianza Democrática, enfrenta dificultades para imponer su agenda debido a la presión de la oposición. Aunque los socialistas aseguran este aumento con el apoyo de la izquierda y la abstención del partido ultraderechista Chega, el gobierno conservador accedió solo a un suplemento extraordinario condicionado a la evolución económica. En paralelo, el gobierno ha logrado introducir algunas de sus reformas fiscales, como la reducción del impuesto de sociedades y cambios en el IVA, a pesar de no controlar completamente el rumbo presupuestario debido a los acuerdos necesarios con la oposición para evitar elecciones anticipadas.
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