En 1964, Carlos Castilla del Pino escribió un sentido prólogo para «Libertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial», obra del fallecido neuropsiquiatra y escritor español Luis Martín-Santos. La publicación póstuma, revitalizada recientemente por Galaxia Gutenberg, destaca la profunda admiración que Castilla del Pino sentía hacia Martín-Santos, a quien describe como un autor total. Luis Martín-Santos, quien murió a los 39 años, dejó un gran vacío en el mundo intelectual del franquismo tardío, caracterizado por ser una fábrica de irrealidades. Sus escritos, marcados por temas como la belleza, la historia y una crítica al dogmatismo, sostienen un tono lírico y una invitación a la reflexión profunda sobre la temporalidad de los sentimientos. En sus narraciones, especialmente en cuentos significativos como «Lulú y las niñas», aborda la compleja situación de las mujeres bajo un prisma crítico y humano. La reciente edición completa de sus obras, bajo la dirección editorial de Domingo Ródenas Moya, reintroduce a los lectores a una voz literaria fundamental que explora con valentía los matices de la existencia humana.
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