La administración de Donald Trump ha impuesto restricciones de entrada a cinco figuras europeas en respuesta a la reciente legislación de la Unión Europea que obliga a las plataformas digitales a eliminar contenidos considerados ilegales. Esta medida refleja las tensiones crecientes entre Estados Unidos y Europa respecto a la regulación de contenido en línea, donde las autoridades estadounidenses critican la ley por considerarla una amenaza a la libertad de expresión. La prohibición de entrada subraya las divergencias en enfoques políticos y legales entre ambos lados del Atlántico, en un contexto de relaciones internacionales ya de por sí complejo y marcado por desacuerdos en distintos frentes.
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