En la actualidad, Francia enfrenta una ola de desinformación impulsada por Rusia, exacerbada por un polémico video que muestra a Brigitte Macron aparentemente abofeteando al presidente Emmanuel Macron. Aunque el Elíseo inicialmente negó la autenticidad del video, el incidente ha sido explotado por la extrema derecha en redes sociales. Rusia, que ha intensificado sus esfuerzos de desestabilización desde la guerra en Ucrania, busca influir en las elecciones presidenciales de 2027, con Marine Le Pen como líder en las encuestas. La desinformación rusa, que incluye rumores absurdos y uso de deep fakes, se dirige a sembrar caos en una Francia políticamente dividida. Además, políticos afines al Kremlin, como Florian Philippot, amplifican estas campañas en medios franceses, mientras el país se debate entre su fragmentada legitimidad política y la influencia del partido de Le Pen. La situación destaca la creciente vulnerabilidad de Francia ante acciones subversivas extranjeras.
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