La Comunidad de Madrid concluyó el primer semestre de 2025 con un avance significativo en la implementación de la metodología BIM (Building Information Modeling) en sus licitaciones públicas. En estos meses, se registraron 30 licitaciones que ascienden a un total de 137 millones de euros, posicionando a la región como un líder en España, acompañada por Andalucía en el segundo puesto, y solo superada por Cataluña, que logró 39 licitaciones.
Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y líder del máster BIM Manager Internacional en Espacio BIM, destacó el compromiso institucional hacia un modelo de trabajo más colaborativo, donde la metodología permite concentrar información crucial del proyecto. Esto no solo optimiza la eficiencia y reduce errores, sino que además favorece un desarrollo más sostenible y de calidad.
Entre las iniciativas más relevantes se encuentra la adjudicación de la Universidad Autónoma de Madrid para el uso de una parcela, valorada en 38,56 millones de euros. Asimismo, el gestor ferroviario ADIF ha cerrado un contrato de mantenimiento de edificios por 37,7 millones. El Ayuntamiento de Madrid tampoco se queda atrás con proyectos como la conservación de la M-30, con una inversión de 22,24 millones, y el desarrollo de una plataforma de gestión urbanística de 9,33 millones.
Además, otras entidades como la Dirección General de Carreteras y el Ministerio para la Transición Ecológica, junto con municipios como Getafe, han comenzado a integrar BIM en sus procesos. Las aplicaciones de esta metodología abarcan desde la rehabilitación de infraestructuras deportivas hasta avances tecnológicos en la gestión de instalaciones.
El notable incremento en el uso de BIM ha impulsado una creciente demanda de formación especializada entre los profesionales del sector, quienes buscan liderar esta transformación digital en la construcción.
Con 17 entidades involucradas en licitaciones que utilizan BIM, Madrid no solo destaca por su volumen de inversión, sino también por la diversidad de sus aplicaciones. Esto consolida a la Comunidad como un referente en la construcción pública, avanzando hacia un modelo más eficiente y tecnológicamente avanzado en la gestión de infraestructuras.
