En un clima de creciente tensión en el Caribe, el líder chavista ha adoptado el papel de «guerrero de la paz» y ha llamado a la población a levantar la bandera venezolana como símbolo de unidad y resistencia. Esta convocatoria se produce en medio de una escalada de conflictos en la región, buscando consolidar apoyo interno y proyectar una imagen de estabilidad y determinación frente a adversidades externas. La retórica utilizada sugiere un intento de fomentar el patriotismo y fortalecer la cohesión nacional en un momento crítico, destacando la capacidad de movilización del chavismo en tiempos de crisis.
Leer noticia completa en El Mundo.



