En un sorprendente movimiento diplomático, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha planteado una oferta al gobierno de Nicolás Maduro, en la que se propone intercambiar a 252 venezolanos deportados por Estados Unidos por un número equivalente de presos políticos venezolanos, incluidos 13 ciudadanos españoles. Esta propuesta inédita ha generado un notable impacto en las relaciones internacionales, dejando a Maduro en una posición incómoda mientras se evalúan las implicaciones políticas y humanitarias de un posible canje. La iniciativa subraya la estrategia de Bukele para posicionarse como un actor audaz en el escenario regional, al tiempo que destaca la persistente tensión entre Caracas y otros gobiernos por el tema de los derechos humanos y los prisioneros políticos.
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