En una vibrante tarde taurina en Madrid, Emilio de Justo y el toro Director lograron captar la atención de la afición en una actuación memorable. Por su parte, Miguel Ángel Perera destacó al realizar un toreo exquisito al natural con el toro Escusano, demostrando su maestría en el ruedo. Sin embargo, a pesar de la calidad de las faenas, las espadas no estuvieron a la altura, resultando en que cada torero se llevara únicamente una oreja como premio de su exhibición en una jornada llena de emociones y talento.
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