El Ayuntamiento de Málaga ha anunciado una medida para prohibir el registro de nuevos alojamientos turísticos en 43 barrios de la ciudad, donde el porcentaje de viviendas destinadas a este fin supera el 8%, según un estudio municipal. Esta acción, liderada por la concejala de Urbanismo, Carmen Casero, es el segundo paso del consistorio para limitar el crecimiento de pisos turísticos, tras las restricciones impuestas en junio para conceder nuevas licencias. La norma, que se espera entre en vigor en noviembre, se apoya en un decreto de la Junta de Andalucía que otorga a los ayuntamientos la potestad de restringir estas instalaciones. La decisión ha suscitado críticas del sector turístico, que advierte de un posible impacto económico negativo. Además, se enmarca en un contexto de creciente preocupación en Málaga por el alza de los precios inmobiliarios y la disponibilidad de vivienda asequible, reflejadas en recientes manifestaciones y estudios sociales.
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