En los humedales de Málaga, que se destacan por su conservación, habita el pato más amenazado de España y Europa: la cerceta pardilla. Esta especie, que en tiempos pasados fue abundante, ha sufrido una drástica disminución debido a la caza indiscriminada y la pérdida de su hábitat natural. Sin embargo, en la actualidad, la cerceta pardilla está experimentando una recuperación y se ha convertido en un símbolo de los humedales andaluces.
La cerceta pardilla, conocida en inglés como ‘Marbled Duck’ por su distintivo patrón jaspeado, pertenece al género Marmaronetta. Este pato, de pequeño tamaño y aspecto delicado, presenta un color de fondo gris-ocráceo que se adorna con manchas redondeadas blanquecinas a lo largo de su cuerpo. Su rostro es fácilmente identificable por los lados enmascarados de marrón oscuro que se vuelven gris en la nuca. Especialmente los machos ostentan un penacho de plumas que puede erguirse y un pico estilizado y curvado, característico de esta especie.
A lo largo del siglo XX, la cerceta pardilla fue considerada un pato muy numeroso en las marismas andaluzas. Sin embargo, su abundancia atrajo la atención de los cazadores, llevando a su casi extinción. Además, la degradación de su hábitat, provocada por factores como sequías y desecación artificial, obligó a las pocas cercetas pardillas que sobrevivieron a concentrarse en zonas reducidas. Afortunadamente, se han implementado programas de conservación que han permitido la recuperación de sus poblaciones a través de la cría en cautividad y la reintroducción de ejemplares en sus hábitats naturales. Gracias a estas iniciativas, hoy es posible observar un ligero crecimiento en su población en diversos humedales andaluces.
Málaga, con su variedad de humedales temporales típicos de la cuenca mediterránea, se ha convertido en un refugio crucial para esta especie. Estos humedales, que a menudo se secan en verano, obligan a la cerceta pardilla a desplazarse en busca de comida hasta que las lluvias reabastezcan las charcas. Interesantemente, algunos registros han documentado aves que han volado hasta Argelia, cruzando el Mediterráneo en busca de nuevos hábitats.
La provincia de Málaga, caracterizada por la presencia de humedales con agua dulce semipermanente y una vegetación adecuada, se ha beneficiado de esfuerzos de conservación promovidos por la Junta de Andalucía. Se han llevado a cabo liberaciones de ejemplares criados en cautividad en lugares como el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce y la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra. Estos esfuerzos han dado frutos, ya que se ha comprobado la cría de la especie en estas áreas, aumentando las posibilidades de un establecimiento definitivo en la provincia. Actualmente, la presencia ocasional de cercetas pardillas en otros humedales, como las lagunas de Campillos, alimenta las esperanzas de un futuro más sostenible para esta emblemática ave en la región.
Fuente: Diputación de Málaga.
