El nuevo alcalde de Nueva York, miembro del partido socialista, ha modificado significativamente su enfoque en los últimos meses. Ahora, su prioridad es abordar el coste de la vida, dejando atrás su pasado como activista revolucionario. Este cambio refleja un intento de adaptarse a las necesidades económicas urgentes de la ciudad, buscando soluciones que puedan aliviar el impacto financiero en los residentes.
Leer noticia completa en El Mundo.

