María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, ha salido de la clandestinidad en Venezuela y se encuentra en Oslo, producto de una arriesgada travesía que incluyó pasar desapercibida y burlar la vigilancia del régimen. A pesar de no poder recoger su premio en la ceremonia oficial, su odisea confirma que la lucha por la democracia en Venezuela se encuentra en una nueva fase. En Oslo, Machado ha reafirmado su compromiso con la causa y su alineación con Estados Unidos para presionar al régimen de Maduro. La reacción del oficialismo, burlas y descalificaciones, contrastan con la creciente presión internacional y las medidas de Estados Unidos, que incluyen un bloqueo naval. La huida de Machado ha sido interpretada por algunos analistas como una señal de la debilidad del régimen, aunque también se teme una oleada de represión. Mientras, la oposición continúa otorgando legitimidad a Eduardo González Urrutia, y María Corina busca apoyo internacional para fortalecer su movimiento desde fuera del país.
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