María Elena Ríos, saxofonista y activista, sufrió un ataque con ácido en 2019 que la dejó con profundas cicatrices físicas y emocionales. Desde entonces, ha enfrentado un tormentoso proceso judicial marcado por irregularidades, incluyendo la reciente tentativa de liberación del principal sospechoso, el exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal, que fue revocada tras fuerte presión social. Esto ha expuesto las falencias en el sistema de justicia de México, especialmente para las víctimas de violencia ácida, en su mayoría mujeres atacadas por hombres. La «Ley Malena», recientemente promulgada en su honor, clasifica estos ataques como intentos de feminicidio en varios estados. A pesar de los desafíos, Ríos sigue luchando por justicia y ha logrado retomar su vida poco a poco, aunque teme por su seguridad y la de su familia.
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