La Comisión Europea ha aprobado una controvertida modificación del acuerdo comercial con Marruecos que permite la exportación de productos del Sáhara Occidental, desoyendo un fallo anterior del Tribunal de Justicia de la UE que invalidó acuerdos previos por falta de consentimiento saharaui. La decisión, negociada secretamente y adoptada sin debate por el COREPER, ha suscitado críticas de organizaciones de derechos humanos, políticos y agricultores europeos, quienes denuncian la falta de transparencia y el impacto negativo sobre los derechos del pueblo saharaui. El Frente Polisario ha anunciado acciones legales contra lo que considera un intento de la UE por socavar la autodeterminación saharaui. Las críticas también se centran en que el acuerdo busca eludir al Parlamento Europeo y las resoluciones judiciales anteriores, generando tensiones políticas y legales entre las partes implicadas.
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