La justicia marroquí ha intensificado la represión contra activistas opositores al régimen alauí, como lo evidencia la condena a penas de cárcel de Fouad Abdelmoumni y Said Ait Mahdi por criticar la gestión gubernamental y denunciar la corrupción. Abdelmoumni, un prominente economista y defensor de derechos humanos, ha sido condenado por «difundir información falsa» tras ser víctima de espionaje con el software Pegasus. Por su parte, Ait Mahdi enfrenta una ampliación de su condena a un año por su crítica a la gestión del terremoto de 2023, que expuso la desigualdad entre el Marruecos urbano y rural. Estos casos reflejan las preocupaciones de entidades como Human Rights Watch sobre la falta de libertades públicas en Marruecos, donde los disidentes enfrentan hostigamiento legal y acusaciones de difamación.
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