La Diputación de Málaga ha dado un paso significativo hacia la promoción del emprendimiento entre los jóvenes con la celebración del II Premio Málaga Crece. Este certamen, que busca incentivar la creatividad y la innovación en el ámbito educativo, ha visto un aumento en su participación, pasando de 35 estudiantes en su primera edición a 52 este año, procedentes de nueve centros educativos de municipios malagueños con menos de 20.000 habitantes. La iniciativa, dotada con un total de 3.000 euros a repartir entre cinco premios, pretende ofrecer un apoyo tangible a las ideas emprendedoras de los jóvenes.
Mª Carmen Márquez, diputada de Empleo y Formación, fue la encargada de entregar los premios en varias instituciones educativas, destacando la valía de los proyectos presentados, que abordan problemáticas locales con propuestas innovadoras y sostenibles. Este año, los participantes han presentado una gama de iniciativas que no solo muestran su talento, sino también su compromiso con el entorno y la comunidad.
El primer premio, que incluye una dotación de 1.000 euros, fue otorgado a Gonzalo García Canales, del IES Fuente Luna de Pizarra, por su proyecto ‘Sabores a Valle’. Este servicio de distribución de productos frescos de pequeños productores del Valle del Guadalhorce permite a los clientes suscribirse y gestionar sus compras a través de una plataforma online, promoviendo el consumo local y sostenible. Su propuesta incluye un enfoque educativo, añadiendo valor a la experiencia del cliente con información sobre los productores y recetas.
El segundo premio, con 700 euros, fue para María Pérez Melgar, del IES Escultor Marín Higuero de Arriate, quien presentó ‘Susurros de café’, un concepto que fusiona una cafetería con una ludoteca y biblioteca, creando un espacio de encuentro intergeneracional que fomenta el aprendizaje y el disfrute del tiempo en familia.
Entre los otros premiados se encuentran Patricia Aguilar Moreno y Manuela Morales Ruiz, del IES Diego Gaitán de Almogía, quienes recibieron el tercer y cuarto premio, respectivamente, por sus innovadoras propuestas. Patricia, con ‘Natura Studio’, planea ofrecer talleres sobre cultivo y sostenibilidad en diversos espacios públicos, mientras que Manuela, con ‘Ecomiel’, busca transformar casas de campo abandonadas en eco-granjas apícolas.
El quinto premio, de 300 euros, fue para Alejandro Román Bermúdez con su idea de un hotel rural inclusivo para personas con diversidad sensorial y funcional, que tiene como objetivo facilitar el turismo accesible y sostenible en la región.
Estos proyectos no solo resaltan el ingenio y la creatividad de los jóvenes malagueños, sino que también reflejan su deseo de contribuir al desarrollo económico y social de sus comunidades. La colaboración entre la Diputación de Málaga y diversas entidades locales ha sido fundamental para garantizar el éxito de este certamen, que se consolida como una plataforma clave para el fomento del emprendimiento juvenil. Así, el Premio Málaga Crece se presenta como una oportunidad para que los jóvenes malagueños den sus primeros pasos en el mundo empresarial, con propuestas que pueden transformar su entorno y mejorar la calidad de vida en sus municipios.
Fuente: Diputación de Málaga.








