Un reciente informe ha puesto de relieve importantes disparidades en el ámbito laboral de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) en España. Según el estudio «Compensación e Innovación. Diversidad e inclusión en las empresas españolas 2025», elaborado por Coverflex, el 44% de los empleados en este sector carecen de un plan de igualdad. Esta investigación, realizada en el contexto del Día Internacional de las Microempresas y las PYMES, subraya cuestiones críticas en cuanto a representación de género y desigualdad salarial.
Las PYMES, fundamentales en la economía española al representar el 99% del tejido empresarial, son vistas por el 48% de sus trabajadores como dominadas por los hombres. Esta percepción es mayor entre los empleados masculinos, alcanzando un 59%, frente al 38% de las mujeres. En las micropymes, un 43% de los encuestados observa una mayoría masculina, porcentaje que se incrementa al 63% entre los hombres.
El estudio también destaca que un 56% de los trabajadores cree que los hombres ocupan más del 50% de los cargos directivos. Solo un 21% percibe paridad de género en estas posiciones y un 17% identifica una menor presencia masculina. Esta percepción varía entre géneros: el 64% de los hombres percibe una mayoría masculina en sus directivas, contrastando con el 49% de las mujeres.
Respecto a la brecha salarial, un 60% de los trabajadores no percibe diferencias entre géneros. No obstante, un 30% de las mujeres sí reconocen estas desigualdades, cifra que asciende al 37% en micropymes. El Instituto Nacional de Estadística (INE) respalda estas cifras, indicando que en 2022, el salario medio de las mujeres era de 24.459,82 euros, frente a los 29.381,84 euros de los hombres.
Desde marzo de 2022, se exige a las empresas con más de 50 empleados tener un plan de igualdad. Sin embargo, un 44% de los empleados en PYMES indican que sus organizaciones carecen de dicho plan, y solo un 19% confirma la existencia de un responsable designado para implementar estas políticas.
El informe también aborda la percepción sobre el impacto de factores como género, orientación sexual o discapacidad en la compensación económica. Un 72% no ve influencia, mientras que un 19% sí, siendo esta percepción más visible entre mujeres y jóvenes.
Pese a ciertos avances en diversidad e inclusión, el estudio revela que persisten significativas brechas en las políticas aplicadas en las PYMES. Coverflex enfatiza la urgencia de promover culturas corporativas inclusivas que valoren las contribuciones de todos los empleados, como una estrategia eficaz para impulsar la innovación y crear entornos laborales más equitativos y sostenibles.