El presidente de la Comunidad Valenciana ha acusado al Gobierno de intentar criminalizarlo tras una serie de críticas relacionadas con la gestión de una alerta emitida a las 20.11 horas. En sus declaraciones, el mandatario niega rotundamente que fuera necesaria su autorización para la emisión de dicha alerta, defendiendo que siguieron los protocolos adecuados. El conflicto surge en medio de tensas relaciones entre las administraciones central y autonómica, lo que ha llevado al dirigente valenciano a expresar su malestar y a subrayar su compromiso con la transparencia y la seguridad pública.
Leer noticia completa en El Mundo.