La organización Women Help Women, dedicada a promover el acceso a abortos seguros, enfrentó una situación alarmante cuando su cuenta de Instagram fue desactivada sin previo aviso. Meta, la empresa matriz de la plataforma, justificó la acción alegando violaciones a sus estándares comunitarios sobre «armas, drogas y otros bienes restringidos». Sin embargo, la organización solo compartía información educativa sobre salud reproductiva.
Este incidente no es aislado. Aproximadamente el 25% de las organizaciones involucradas en la campaña «Stop Censoring Abortion» han informado que sus cuentas fueron desactivadas tras publicar contenido relacionado con el aborto, especialmente en plataformas de Meta. Esto ha suscitado preocupaciones sobre el acceso a información crucial en el ámbito de la salud reproductiva.
Usuarios afectados señalan que Meta no sigue sus propios procedimientos, que teóricamente incluyen advertencias previas a la desactivación. La ausencia de estas advertencias sugiere una aplicación arbitraria de las normas. Además, la falta de transparencia en las políticas de la empresa podría estar causando que contenidos educativos sobre abortos sean tratados severamente, equiparándolos erróneamente a otras violaciones graves.
En un entorno post-Roe, donde el acceso a información sobre salud reproductiva es más crítico que nunca, las prácticas de Meta están silenciando voces fundamentales. La reforma de sus políticas es urgente para evitar eliminaciones injustas de cuentas por supuestas violaciones, cuando un proceso más riguroso debería aplicarse.
Este problema subraya la importancia de asegurar espacios digitales donde la educación sobre salud reproductiva pueda desarrollarse sin temor a represalias. La inconsistencia en la moderación de contenido no solo obstaculiza el acceso a información crucial, sino que también amenaza el derecho a la educación y al libre flujo de información en temas vitales para la sociedad.
