Miles de activistas de derechos del colectivo transexual se congregaron en Londres para manifestarse contra el reciente fallo del Tribunal Supremo británico que define el término «mujer» basado únicamente en el sexo biológico. La protesta, convocada por colectivos trans, sindicatos y otras organizaciones, se llevó a cabo en la plaza del Parlamento de Westminster, exigiendo la «liberación trans» y derechos inmediatos. Las organizaciones convocantes criticaron la falta de claridad que la sentencia proporciona para espacios y negocios, instando al Gobierno a actuar y preservar las leyes de igualdad. Durante la manifestación, se produjeron daños en estatuas cercanas, lo que ha sido condenado por la Policía, que ya investiga los incidentes. En Edimburgo también hubo protestas contra la decisión judicial, que fue avalada por unanimidad de los jueces y calificada por fuentes del Gobierno británico como una medida que ofrece «claridad y confianza» a las mujeres. El Partido Laborista, bajo la dirección de Keir Starmer, ha expresado que adopta una posición de «sentido común» frente al activismo.
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