Israel ha llevado a cabo una operación de inteligencia contra Hizbulá, interviniendo los buscapersonas de terroristas y haciendo explotar las baterías de los dispositivos, lo que resultó en al menos 1,200 heridos y varios cientos de muertos, aunque Hizbulá reporta solo tres fallecidos. Las explosiones se registraron en el sur del Líbano, el Valle de la Bekaa y los suburbios de Beirut, con el embajador iraní, Mojtaba Amani, entre los heridos. Los hospitales libaneses están en alerta máxima ante la ola de heridos. Esta acción es considerada la mayor brecha de seguridad de Hizbulá en el último año, mientras el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirma la llegada de heridos a hospitales en Damasco. Irán, principal apoyo de Hizbulá, lidera una alianza anti-israelí con otros grupos en la región.
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