En una reciente manifestación protagonizada por jóvenes, se observó un enfoque crítico hacia las autoridades gubernamentales, pero sin apuntar directamente a la Monarquía. Aunque el descontento es palpable, la figura monárquica parece estar al margen del blanco de las críticas, lo que plantea interrogantes sobre su relevancia y credibilidad en el contexto actual. La protesta refleja una creciente frustración con el liderazgo político, centrando sus demandas en mejoras sociales y económicas urgentes.
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