En medio de la polémica que envuelve a Leire Díez por sus presuntos intentos de pacto con un empresario a cambio de información sobre Antonio Balas, el Gobierno ha negado cualquier relación con la exmilitante socialista. Fuentes de Moncloa califican sus acciones de fanfarronería y aseguran que no actuó bajo mandato del Ejecutivo. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, respaldó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, insistiendo en la independencia del cuerpo en su labor investigativa y comparando prácticas del actual gobierno con las del PP en el pasado. Marlaska instó a que sea la autoridad judicial quien tome decisiones respecto al caso, subrayando la neutralidad de la UCO. Tanto él como la ministra portavoz, Pilar Alegría, se remiten al comunicado del PSOE aclarando la desvinculación total con Díez. Desde el Gobierno aseguran que están tranquilos y que las acciones de Díez no están respaldadas por el partido, restando importancia a su pasado en cargos públicos y negando la existencia de una «policía patriótica».
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